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¿Qué es el modelo de amenaza OCTAVE?

En una era en la que los ciberataques no solo son posibles sino inevitables, las organizaciones deben adoptar estrategias proactivas para identificar y mitigar los riesgos. El modelo de amenazas es uno de estos enfoques, que ofrece una forma estructurada de evaluar vulnerabilidades, comprender amenazas y proteger activos críticos.

El modelo de amenazas de evaluación de vulnerabilidades, activos y amenazas operativamente críticas (OCTAVE) se destaca como un marco integral para administrar los riesgos de ciberseguridad. Diseñado por el Instituto de Ingeniería de Software de la Universidad Carnegie Mellon, OCTAVE va más allá de las evaluaciones técnicas para incluir prioridades organizacionales. Este enfoque dual lo hace especialmente adecuado para alinear las medidas de ciberseguridad con los objetivos comerciales.

Este artículo profundiza en el modelo de amenazas de OCTAVE, explorando sus componentes, metodología, beneficios y aplicaciones prácticas para desarrollar una estrategia de ciberseguridad resiliente.

¿Qué es el modelo de amenaza OCTAVE?

El modelo de amenazas de evaluación de vulnerabilidades, activos y amenazas operativamente críticas (OCTAVE) es un marco basado en el riesgo diseñado para identificar, evaluar y mitigar los riesgos de ciberseguridad. A diferencia de los modelos tradicionales que se centran principalmente en la tecnología, OCTAVE enfatiza la alineación de las prácticas de seguridad con los objetivos de la organización, lo que garantiza que los riesgos se evalúen en el contexto de su impacto en las operaciones críticas.

En esencia, OCTAVE integra tres elementos clave:

  • Amenazas operativas críticas: Identificar posibles acciones o eventos que podrían interrumpir las operaciones.
  • Activos: Priorizar lo que más importa, desde datos sensibles hasta infraestructura clave
  • Vulnerabilidades: Comprender las debilidades que podrían exponer estos activos a amenazas

Componentes clave del modelo de amenazas OCTAVE

La eficacia de OCTAVE radica en su enfoque holístico, construido en torno a tres componentes principales:

Activos

Los activos son la base del modelo OCTAVE. Son los recursos, ya sean tangibles o intangibles, que tienen valor para la organización y requieren protección.

  • Activos de información: Esto incluye datos confidenciales, como información de clientes, propiedad intelectual y secretos comerciales. Por ejemplo, el sistema de registros médicos electrónicos (EHR) de un proveedor de atención médica es un recurso de información fundamental para la atención del paciente y el cumplimiento normativo.
  • Activos de infraestructura: Los servidores, los equipos de red y los sistemas de almacenamiento forman la columna vertebral de las operaciones de TI. Asegurar estos activos garantiza una continuidad fluida del  negocio.
  • Activos humanos: Los empleados desempeñan un papel vital, ya que su experiencia y acceso pueden proteger y exponer los sistemas críticos. Las amenazas internas, ya sean intencionales o accidentales, suelen ser un enfoque clave en esta categoría.

Amenazas

Las amenazas son las posibles acciones, eventos o circunstancias que podrían explotar las vulnerabilidades y dañar los activos. OCTAVE clasifica las amenazas según su origen:

  • Amenazas externas: Estos provienen de fuera de la organización, incluidos hackers, desastres naturales o interrupciones en la cadena de suministro. Por ejemplo, el ataque de  aransomware  dirigido a la infraestructura crítica se categorizaría como una amenaza externa.
  • Amenazas internas: Estos se originan dentro de la organización, a menudo de empleados, contratistas o socios de confianza. La negligencia, como el mal manejo de las credenciales y los actos maliciosos, como el robo de datos, pertenecen a esta categoría.

Vulnerabilidades

Las vulnerabilidades son debilidades en los sistemas, procesos o políticas de una organización que podrían ser explotadas por amenazas. Algunos ejemplos comunes incluyen software obsoleto, cortafuegos mal configurados o falta de capacitación de los empleados sobre phishing. Por ejemplo, una empresa de comercio electrónico que se ejecuta en sistemas heredados puede descubrir que los protocolos de cifrado obsoletos exponen los datos de pago del cliente a posibles violaciones.

Al analizar estos componentes en conjunto, OCTAVE ayuda a las organizaciones a crear una hoja de ruta priorizada para abordar los riesgos.

Las 3 fases del método OCTAVE

La metodología OCTAVE se divide en tres fases distintas, cada una de las cuales contribuye a una estrategia integral de gestión de riesgos.

Fase 1: Desarrolle perfiles de amenazas basados en activos

Esta fase se centra en comprender los activos críticos de la organización y las amenazas a las que se enfrentan. El proceso implica:

  • Identificación de activos: Los equipos catalogan información crítica, infraestructura y recursos humanos. Por ejemplo, una empresa de fabricación puede enumerar sus sistemas de control de líneas de producción como activos de alta prioridad.
  • Amenazas de perfilado: Las amenazas potenciales se asignan a cada activo. Por ejemplo, los ciberataques dirigidos a dispositivos de Internet de las cosas (IoT) en una fábrica inteligente podrían interrumpir la producción.

El resultado de esta fase es una imagen clara de lo que necesita protección y los riesgos específicos asociados con cada activo.

Fase 2: Identificar vulnerabilidades de infraestructura

En esta fase, la organización evalúa su entorno técnico para descubrir vulnerabilidades que podrían exponer los activos a amenazas. Las actividades incluyen:

  • Evaluaciones técnicas: Herramientas como los escáneres de vulnerabilidades identifican debilidades en sistemas, redes y aplicaciones.
  • Análisis contextual: Los hallazgos están correlacionados con los riesgos operativos para evaluar su impacto en el mundo real.

Por ejemplo, si una empresa financiera descubre un servidor de base de datos sin parches, puede vincular esta vulnerabilidad con el riesgo potencial de acceso no autorizado a los datos financieros del cliente.

Fase 3: Desarrollar planes y estrategias de seguridad

La fase final traduce los resultados de las primeras dos fases en estrategias procesables. Los pasos clave incluyen:

  • Priorización de riesgos: Los riesgos se clasifican en función de su probabilidad e impacto potencial. Por ejemplo, un riesgo que afecta a una aplicación orientada al cliente puede tener prioridad sobre una herramienta de informes internos.
  • Planificación de mitigación: Las políticas, las tecnologías y los procesos se desarrollan para abordar los riesgos priorizados. Al usar herramientas como las snapshots SafeMode de Pure Storage®, las organizaciones pueden proteger los datos críticos de los ataques de ransomware mediante la creación de copias de seguridad inmutables.

Esta fase garantiza que los recursos estén dirigidos hacia los riesgos más significativos, maximizando el impacto de los esfuerzos de seguridad.

Beneficios del modelo de amenazas OCTAVE

Las organizaciones que adoptan el marco OCTAVE (Evaluación de amenazas, activos y vulnerabilidades operativamente críticas) desbloquean una variedad de beneficios estratégicos que no solo mejoran su postura de ciberseguridad, sino que también alinean los esfuerzos de seguridad con los objetivos comerciales generales.

Administración integral de riesgos
OCTAVE adopta un enfoque exhaustivo e integrado para la gestión de riesgos al combinar las perspectivas técnicas y comerciales. Permite a las organizaciones evaluar sus riesgos de ciberseguridad en el contexto de activos críticos y prioridades operativas. Este enfoque dual garantiza que las vulnerabilidades no solo se identifiquen, sino que también se comprendan en términos de su impacto potencial en la continuidad y los objetivos del negocio. Al considerar el contexto organizacional, OCTAVE facilita la identificación de escenarios de riesgo que son realmente significativos para el negocio en lugar de enfocarse solo en amenazas técnicas aisladas. 

Priorización de recursos
OCTAVE permite a las organizaciones tomar decisiones basadas en datos sobre dónde asignar recursos limitados de la manera más eficaz. Se centra en activos de alto valor, como datos confidenciales de clientes, propiedad intelectual o infraestructura operativa central, y garantiza que los elementos más críticos del negocio estén protegidos primero. Esta priorización reduce la probabilidad de asignación de recursos a medidas de seguridad menos impactantes, lo que permite una estrategia de seguridad más eficiente. Al alinear las inversiones en seguridad con las prioridades comerciales, OCTAVE minimiza los costos innecesarios y maximiza el retorno de la inversión.

Mitigación proactiva de amenazas
Una ventaja importante del marco de OCTAVE es su capacidad para ayudar a las organizaciones a adoptar un enfoque proactivo de la ciberseguridad. Al fomentar la visión de futuro, OCTAVE permite a las organizaciones anticipar los riesgos y prepararse para posibles amenazas antes de que se conviertan en violaciones o incidentes reales. Esta previsión conduce a estrategias de mitigación de amenazas más eficaces. Por ejemplo, una organización puede usar los procesos de evaluación de riesgos de OCTAVE para identificar posibles vulnerabilidades en sus sistemas de misión crítica, como versiones de software obsoletas, redes mal configuradas o controles de acceso insuficientes, e implementar medidas correctivas, como parches o cambios de configuración para evitar la explotación. Al hacerlo, la organización reduce significativamente las posibilidades de un ataque exitoso o una violación de datos, evitando tanto pérdidas financieras como daños a la reputación.

Mayor concientización sobre riesgos en toda la organización
OCTAVE fomenta una cultura de concientización sobre la seguridad al involucrar a las partes interesadas clave de varios niveles de la organización en el proceso de evaluación de riesgos. Esta amplia participación ayuda a garantizar que la seguridad no se vea como una preocupación puramente técnica, sino como una parte integral de la estrategia general de gestión de riesgos de la organización. Al incorporar información de líderes comerciales, expertos técnicos y personal operativo, OCTAVE ayuda a crear una comprensión más integral y completa de los riesgos. Este enfoque colaborativo aumenta la aceptación del liderazgo y mejora la comunicación interfuncional, lo que conduce a una gestión de riesgos más eficaz.

Escalabilidad y adaptabilidad
OCTAVE es altamente adaptable y se puede escalar para adaptarse a organizaciones de diversos tamaños y sectores, desde pequeñas empresas emergentes hasta grandes corporaciones multinacionales. Su naturaleza flexible permite un enfoque de gestión de riesgos personalizado que puede evolucionar a medida que la organización crece o surgen nuevas amenazas. Ya sea que se trate de una empresa de tecnología en rápida expansión o una empresa de fabricación, OCTAVE proporciona una metodología estructurada pero personalizable para administrar los riesgos de ciberseguridad que siguen siendo relevantes en un panorama en constante cambio.

Cómo implementar el modelo de amenazas OCTAVE

La implementación del modelo de amenazas OCTAVE implica un enfoque estructurado que garantiza que una organización pueda evaluar y administrar de manera eficaz sus riesgos de ciberseguridad. Al seguir estos pasos clave, las organizaciones pueden garantizar que el modelo se integre en su marco de seguridad y se alinee con los objetivos comerciales más amplios.

  1. Forme un equipo multidisciplinario
    Reúna a representantes de TI, operaciones y liderazgo para garantizar perspectivas equilibradas.

  2. Definir objetivos
    Establezca objetivos claros, como reducir el tiempo de inactividad, proteger los datos confidenciales o lograr el cumplimiento normativo.

  3. Recopilar datos
    Realice entrevistas, encuestas y evaluaciones técnicas para recopilar información sobre activos, amenazas y vulnerabilidades.

  4. Desarrollar y aplicar políticas
    Cree políticas que aborden los riesgos identificados. Por ejemplo, la implementación de controles de acceso basados en roles (RBAC) minimiza el acceso no autorizado.

  5. Monitorear y actualizar
    Revise y actualice regularmente el modelo de amenazas para adaptarse a los riesgos en evolución.

Conclusiones

El modelo de amenazas OCTAVE es una herramienta poderosa para las organizaciones que buscan alinear la ciberseguridad con los objetivos comerciales. Al priorizar los activos, evaluar los riesgos y mitigar proactivamente las vulnerabilidades, OCTAVE permite un enfoque integral y resiliente para la ciberseguridad.

Cuando se combinan con herramientas avanzadas como Snapshots SafeMode, ActiveDR™ y Pure Cloud Block Store™, las organizaciones pueden mejorar su capacidad para proteger activos críticos y recuperarse de incidentes. Estas soluciones proporcionan una confiabilidad inigualable, lo que ayuda a garantizar que las empresas permanezcan seguras en un panorama de amenazas en constante cambio.

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