La capacidad de almacenamiento, y qué hacer cuando se agota, son cuestiones críticas que pueden mantener a los administradores informáticos sin poder dormir por la noche. Una estrategia de almacenamiento de éxito tiene que ver con la escalabilidad inteligente. El objetivo general es poder añadir capacidad rápida y fácilmente sin interrumpir las operaciones.
Los entornos informáticos modernos se han vuelto extremadamente complejos. Esto se debe al crecimiento masivo de datos estructurados y no estructurados, así como al aumento exponencial en la cantidad de aplicaciones y plataformas que se ejecutan en el entorno de una organización. Es vital que cualquier solución de almacenamiento mantenga la disponibilidad de los datos y las aplicaciones, al mismo tiempo que brinda la capacidad y el rendimiento necesarios para diversas cargas de trabajo.
Las empresas de hoy en día tienen muchas opciones sobre la mejor manera de escalar su capacidad de almacenamiento, pero por lo general comienza con una elección crucial: ¿escalar vertical u horizontalmente? Si bien la arquitectura de almacenamiento escalable ha sido el estándar durante décadas, los entornos complejos actuales necesitan un nuevo enfoque. Es por eso que las empresas recurren cada vez más al almacenamiento escalable.
Veamos los motivos.
El almacenamiento escalable no puede mantenerse al día con las necesidades actuales
El almacenamiento ampliable se compone de unidades que puede gestionar con un par de controladores. Cuando se quede sin capacidad en sus unidades existentes, simplemente instale otro estante de unidades. Los controladores, sin embargo, solo pueden gestionar un cierto número de unidades. Cuando se alcanza ese límite, debe comprar otro conjunto de controladores y unidades para ampliar aún más la capacidad de almacenamiento.
A medida que pasa el tiempo y se añaden más controladores y unidades, termina con una colección de sistemas aislados que deben gestionarse por separado. Esto puede tener un grave impacto en el rendimiento, así como en los tiempos de copia de seguridad y recuperación. Hacer un seguimiento de qué archivos y datos se encuentran en qué sistema puede ser complicado. Tener que decidir dónde deben residir las cargas de trabajo puede disminuir significativamente la eficiencia.