La pila de TI completa es una arquitectura prevalidada y multicapa que abarca todos los aspectos de la infraestructura tecnológica. Cada capa tiene un propósito específico y contribuye al funcionamiento general del ecosistema informático.
Las capas de la pila de TI incluyen:
- Recursos: on-premises y en la nube
- Servidores
- Red
- El sistema operativo
- Virtualización
- Base de datos
- middleware de aplicaciones
- Marcos de desarrollo
- Automatización e implementación
- Análisis y supervisión
- Seguridad
Veamos cada uno de estos componentes un poco más.
El almacenamiento
El almacenamiento es un aspecto crítico de cualquier infraestructura de TI y las empresas tienen que determinar el enfoque más adecuado para sus necesidades de almacenamiento de datos. El almacenamiento local implica mantener dispositivos de almacenamiento físico, como discos duros, sistemas de almacenamiento conectado en red (NAS) o redes de área de almacenamiento (SAN) dentro del centro de datos de la organización. Esto ofrece un control directo y garantiza la proximidad de los datos, lo que puede ser beneficioso para los datos sensibles o relacionados con el cumplimiento normativo.
Cálculo
Los recursos informáticos son el motor que impulsa las aplicaciones y los servicios. La infraestructura de computación local suele implicar poseer y administrar servidores físicos dentro de las instalaciones de una organización. Esto le otorga un control total de los recursos informáticos, lo que permite a las organizaciones ajustar las configuraciones en función de sus requisitos específicos.
Por otro lado, la computación en la nube ofrece recursos de computación virtualizados que pueden aprovisionarse y escalarse bajo demanda. Los proveedores de servicios en la nube ofrecen una serie de opciones informáticas, como máquinas virtuales (VM), contenedores e informática sin servidor, lo que permite que las organizaciones satisfagan sus necesidades de carga de trabajo y se beneficien de la elasticidad y la optimización de costes.
La computación en la nube híbrida combina recursos locales y en la nube para lograr flexibilidad, escalabilidad y optimización de recursos. Permite que las organizaciones aprovechen la nube para reventar, manejar las cargas de trabajo pico o los casos de uso específicos, mientras confían en la infraestructura local para las aplicaciones de misión crítica o sensibles a la latencia.
Redes
Las redes son la base de cualquier infraestructura de TI y permiten la comunicación entre varios componentes. Las redes locales implican configurar y gestionar dispositivos de red físicos, como routers, conmutadores y cortafuegos, dentro de las instalaciones de una organización. Esto ofrece un control directo de las configuraciones de red, las políticas de seguridad y la asignación del ancho de banda.
Las redes en la nube, proporcionadas por proveedores de servicios en la nube, permiten que las organizaciones creen redes virtuales y definan configuraciones de red usando principios de redes definidas por software (SDN). Las redes en la nube ofrecen escalabilidad, facilidad de configuración e integración con otros servicios en la nube, lo que permite que las organizaciones creen arquitecturas distribuidas y accesibles globalmente.
En una implementación de nube híbrida, las organizaciones pueden conectar su infraestructura de red local con la nube usando opciones de conectividad seguras, como las redes privadas virtuales (VPN) o las conexiones de red directas. Esto permite una integración perfecta entre los recursos locales y de la nube, lo que permite aplicaciones híbridas y topologías de red híbrida.